Tena, 16 julio de 2019._ Estudiantes de la joven universidad Ikiam, en plena Amazonía ecuatoriana, presentan proyectos de titulación, como el resultado del trabajo por el desarrollo de la región que ha emprendido este centro educativo, cuyo alumnado es nativo del oriente del país suramericano en un 40 por ciento.
Debido a errores externos a la Universidad, se ha comunicado que varios estudiantes se han graduado de la Institución, sin embargo, el acto Simposio de Proyectos de Titulación, llevado a cabo los días jueves 11 y viernes 12 de junio del 2019, consistió en la presentación de proyectos de los estudiantes de Seminarios I, II y III.
Un total de 82 estudiantes intervinieron en el simposio, con investigaciones tan diversas como los efectos de los residuos en las aguas de algunos ríos amazónicos a la diversidad de insectos comestibles y plantas hospederas en la tradición quechua de las comunidades selváticas de Ecuador.
Y es que, uno de los principales objetivos de la institución es, en palabras de su vicerrector académico, Jorge Celi, otorgar a sus estudiantes un “conocimiento holístico”, con el que sean capaces de “dar soluciones a cualquier tipo de problema ambiental y social que tenga la región y el país”.
Celi destacó a Efe que la idea con la que surgió Ikiam en 2014 fue “contar con una institución académica de alto nivel que pueda suplir las demandas de educación e investigación” que existían en la Amazonía ecuatoriana.
Esta zona, según docentes y alumnos, está menos desarrollada en comparación con la región Sierra y Costa, y eso se nota también entre los estudiantes.
El estudiante Henry Carrillo, natural del Tena -cantón amazónico donde se encuentra la Universidad-, dijo a Efe que existen “diferencias grandes” entre sus compañeros de la Sierra y Costa y quienes vienen de la Amazonía y zonas rurales, aunque esos “déficits” tienden a desaparecer.
Con 21 años, se encuentra cursando la carrera de Ingeniería en Ciencias del Agua y tiene bastante claro que su futuro está encaminado a continuar formándose fuera del país para regresar a su “tierra” y “ayudarla a que se puedan solucionar problemas ambientales o económicos”.
En el primer semestre de 2019 habían 941 estudiantes matriculados en Ikiam, que tenían a su disposición un claustro formado por 106 docentes en ocho carreras ofertadas.
De ese casi millar de estudiantes, 398 pertenecían a la región amazónica del país (281 de la provincia de Napo -cuya capital es Tena-, 40 de Pastaza, 35 de Orellana, 23 de Sucumbíos, diez de Morona Santiago y nueve de Zamora Chinchipe).
Casi 160 de estos estudiantes pertenecen a comunidades indígenas, siendo la comunidad mayoritaria la kichwa amazónica (85), según datos ofrecidos por el centro educativo en abril.
Para el docente Pablo Jarrín, estas cifras son “importantes” ya que son la manera de afianzar la “relación con la sociedad y con el territorio amazónico” de la Universidad.
“Nuestro país requiere personas, estudiantes, juventud que piense en la ciencia, en la tecnología y el conocimiento como potenciales fuentes de riqueza, de bienestar y de futuro. Nuestra Universidad está para eso, enfocada en proteger los recursos de la Amazonía, en darles valor, y en hacer que la región sea un lugar para vivir”, explicó a Efe.
Por ello, el centro de educación superior pretende iniciar nuevos proyectos encaminados a esa misión, como el solicitar un incremento de las ayudas estatales para alumnos con problemas económicos o iniciar un nuevo programa de educación a distancia, con el que se impartan cursos a través del medio de difusión que más llega a las comunidades: la radio.
Estar cerca del Amazonas convierte a esta Universidad no solo en un lugar inmejorable para estudiar la biodiversidad que tiene el pulmón del planeta, sino también en la mayor oportunidad que tiene la ciudadanía de la zona para tener una formación de calidad.
“El nivel educativo en la Sierra y en la Costa es mucho más alto, pero eso representa un gasto adicional para mis padres, que no tienen dinero; por esa parte, sí veo como positivo poner este tipo de instituciones, de esta calidad, en este tipo de zonas que están desamparadas en ciertos aspectos”, concluyó Carrillo.
Christian A. Sánchez. Editado: Ikiam